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¿Te salen muchas llagas en la boca? Estas pueden ser las causas

Clínica dental Javier Peña

Las llagas en la boca, también llamadas aftas o úlcera bucales, son heridas que se presentan en la boca y que provocan dolor y molestias. Cuando nos suceden nos producen incomodidad para comer, beber e incluso hablar. Es importante conocer por qué se producen. Te lo explicamos en este artículo.

Qué son las llagas bucales

Las llagas, aftas o úlceras, son heridas que aparecen en cualquier parte de la boca y se caracterizan por su color amarillento o blanco.

Se presentan en la zona de la lengua, la cara interna de las mejillas, los labios o las encías.

A pesar de que su tamaño suele ser pequeño, producen incomodidad, molestias y pueden generar dolor. Comer, beber e incluso hablar se convierten en actividades dificultosas durante el tiempo que duran.

No son contagiosas y la duración de estas lesiones es variable.

Su origen puede ser diverso, a veces puntual y, en casos concretos, recurrente, ya que hay personas que son más propensas a padecerlas. En cuanto a las personas que las pueden sufrir, las llagas bucales pueden aparecer en las bocas de bebés y niños y también en adultos.

Causas y origen de las llagas bucales

Las causas por las que se pueden producir llagas bucales son variadas.

Lesiones producidas por elementos externos

Esta suele ser una de las causas más frecuentes, lesiones que se producen por el roce con elementos externos. Suele ser habitual que se produzca en casos de personas que llevan ortodoncia con brackets o prótesis dentales.

A menudo, los elementos de la ortodoncia o la prótesis se clavan en alguna parte de la boca o producen pequeñas rozaduras. También suele suceder que las personas que llevan este tipo de aparatos se muerdan las mejillas o la lengua de forma accidental y de éstas se produzca una herida.

Defensas bajas

Una bajada de defensas, provocada por virus o infecciones, puede dar lugar a que se produzcan llagas. La fiebre producida por diferentes enfermedades, como catarro, gripe, etc puede hacer que surjan llagas. Pero, al contrario, es importante destacar que la llaga bucal no provoca fiebre.

Los cambios hormonales también pueden ser la causa de que aparezcan llagas bucales. Estos cambios hormonales pueden ser derivados de la menstruación, la falta de sueño, el estrés, ansiedad, etc.

Enfermedades del sistema inmunitario

Las llamadas enfermedades autoinmunes, como el lupus,  son las causadas por el propio sistema inmunitario del paciente, que en vez de proteger las células sanas del cuerpo, actúa atacándolas.

Sistema inmunológico debilitado

Cuando el sistema inmunológico presenta un estado de debilidad, la persona es más sensible a que se produzcan llagas bucales. Esto puede resultar de una situación temporal; pero también puede deberse a que la persona sufra inmunodepresión crónica, como en las personas que tienen VIH o han sido trasplantadas.

Déficit de vitaminas C y B

Una alimentación que no sea equilibrada y sana puede generar en que se presenten estados de deficiencia de vitaminas y minerales. La falta de vitaminas C y B puede provocar que aparezcan úlceras.

Cuánto duran las llagas bucales

La duración media de este tipo de lesiones suele ser de entre tres y cinco días. Como la boca es un entorno que está siempre húmedo, cuesta más curar este tipo de lesiones que si se tratara de otra parte del cuerpo.

En esos días lo habitual suele ser que produzcan molestias al comer y beber, hablar o tragar, dependiendo de en qué punto de la boca hayan aparecido.

¿Cómo se curan las llagas?

Se trata de un tipo de lesión que no requieren de tratamiento específico y son temporales, pasan en unos días, como hemos mencionado. Desaparecerán por si solas cuando el propio cuerpo haya realizado el proceso de regeneración de los tejidos.

Pero hoy día se comercializan algunos productos específicos que ayudan a pasar esos días con menos molestias. Por un lado, calman esas molestias; por otro, aceleran el proceso de cicatrización de los tejidos.

Se trata de compuestos, en formato de crema o pomadas, que se aplican en la zona afectada y crean una película protectora. Esta capa adormecerá la zona, para no notar las molestias y la protegerá también de roces y evitará el contacto directo.